Doña María es una mujer entrada en años. De esos en los que el pelo se vuelve blanco y hay dolor en los huesos.
Hacía tiempo que vivía sola. El eco de la puerta, al cerrarla, le gritaba que ya no iba a entrar nadie. No le asustaba aquel silencio, se había ido acostumbrando a dejar el ruido fuera. Su vida había sido un glosario de sucesos, de emociones y de altibajos. Ahora, que veía que el camino que tenía por delante ya era escaso, quería revivirla y dejarla por escrito.
Todas las tardes, como un ritual glorioso, extendía sus fotos en la mesa del salón y encendía el ordenador; la vida le había dado para escribir mucho. Se sentaba delante de los retazos de su vida y los disfrutaba de nuevo.
Eran muchos años los vividos. Era una larga lista de risas, dolor, felicidad y desencuentros. Todas las emociones habían estado en su vida, no podía quejarse de lo variadas que habían sido. Ahora las ponía en aquella mesa, extendidas, ordenadas tal y como sucedieron.
Era como estirar el hilo de una madeja, a un extremo su principio, al otro su ahora… y su recuerdo.
Doña María escribía feliz. Solo quería contar lo bueno, lo malo ya le dolió suficiente y no quería que manchase ninguna de las páginas de su libro. «El dolor ya no importa», se decía mientras apartaba las fotos que le recordaban los momentos más oscuros. Y, como todas las tardes, abría un cajón y las desaparecía ahí dentro. Sabía, por que lo hacía siempre, que las mezclaría con las otras de nuevo, por que el dolor no se cuenta, pero tampoco se olvida del todo.
Hoy de nuevo preparó la mesa con sus fotos. Hoy, de nuevo, se obró el milagro. El hilo volvió a enrollarse en la madeja uniendo todos sus cabos. El tiempo no tenía fecha, ya no había dolor en sus huesos. Los años volvieron al principio dando color a sus cabellos. Se fue la soledad, se fue el silencio. Volvieron las risas, el amor, los juegos. Doña María, junto a sus recuerdos, volvió a la vida: Se sentía una niña de nuevo.
Luisa Ruiz Bueno
Que bonito por favor!!!!! Me encanta Luisa!!!!
¡Muchas gracias! Te lo agradezco mucho.